POEMA
Últimamente comprendí el significado de la tranquilidad,
día tras día me mantuve apartado de la multitud.
Limpié mi cabaña y la preparé para la visita de un monje,
que llegó a visitarme desde las montañas lejanas.
Vino bajando desde los picos ocultos por las nubes,
para verme en mi casa de techo de paja.
Sentados en el pasto compartimos la resina del pino,
quemando incienso leímos los sutras del Tao.
Al terminar el día encendimos nuestra lámpara,
las campanas del templo anuncian el comienzo de la noche.
Repentinamente advertí que la tranquilidad es realmente Felicidad,
y sentí que mi vida tiene abundante ocio.
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