Uno no esta por encima de su lengua, no sobresale la mente.La loteria simbolica que combina lo que la escritura forma esta en la posicion y el ritmo que forma nuestra minima literatura. Cuando uno esta al borde de su propia lengua, de su propia realidad, cuando pretende el paso clandestino de su propia comunicacion, algo trasciende. (Acaso una bombilla del escritorio, un encendedor, una cerveza, segun quien escriba y su metodo).
La unica realidad posible es la lengua, poque la imaginacion no es mas que la imaginacion de si misma, de su materia, de su frontera.
Wittgenstein dijo: "Los limites de mi lenguaje son los limites de mi mundo".
12 diciembre 2003
LAS ESTACIONES DEL DIA DE HILARIO BARRERO
"Todo se ha escrito, todo se ha dicho, todo se ha hecho, oyo Dios que le decian y aun no habia creado el mundo, todavia no habia nada. Tambien eso ya me lo han dicho, repuso quizas desde la vieja, hendida nada. Y comenzo".
Si Macedonio Fernandez lo habia intuido, HILARIO BARRERO, el que suscribe "LAS ESTACIONES DEL DIA" (Editorial Libros del Pexe), como el Hacedor, se encarga como el escriba de -"copiar nuestras posturas, nuestros ritos y acentos". Porque la semantica y la sintactica se unen en el cafe cotidiano, en el desayuno y la galleta que le robamos a la muerte, vale decir el tiempo, en el ultimo latido que produce nuestro corazon antes del orgasmo, en una frase literaria como ariete en Babel, en una prosa presa de su maestro sensible, donde la logica nos propone un juego, un problema, una obra de arte.
"Las estaciones del dia", de este Homerico neoyorkino, hilario de poesia, pasan a la biblioteca del universo: papel son. Ahora, lectura. "Carpe Diem".
Si Macedonio Fernandez lo habia intuido, HILARIO BARRERO, el que suscribe "LAS ESTACIONES DEL DIA" (Editorial Libros del Pexe), como el Hacedor, se encarga como el escriba de -"copiar nuestras posturas, nuestros ritos y acentos". Porque la semantica y la sintactica se unen en el cafe cotidiano, en el desayuno y la galleta que le robamos a la muerte, vale decir el tiempo, en el ultimo latido que produce nuestro corazon antes del orgasmo, en una frase literaria como ariete en Babel, en una prosa presa de su maestro sensible, donde la logica nos propone un juego, un problema, una obra de arte.
"Las estaciones del dia", de este Homerico neoyorkino, hilario de poesia, pasan a la biblioteca del universo: papel son. Ahora, lectura. "Carpe Diem".
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