29 abril 2007

The Outlaw Josey Wales (1976)

Lone Watie: We thought about it for a long time, "Endeavor to persevere." And when we had thought about it long enough, we declared war on the Union.
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Lone Watie: I didn't surrender, but they took my horse and made him surrender. They have him pulling a wagon up in Kansas I bet.

25 abril 2007

24 abril 2007

IONESCO, no tan absurdo

¿Cuándo me di cuenta por primera vez de que el tiempo "pasaba"? A los cuatro o cinco años me di cuenta de que me haría cada vez más viejo, de que me moriría. Hacia los siete u ocho años me decía que mi madre iba a morir un día y me trastornaba ese pensamiento. Sabía que ella iba a morir antes que yo. Aquello se me presentaba como una interrupción definitiva del presente, porque todo era presente. Un día, una hora, me parecían largos, sin límite. No veía su final... Intento, desde entonces, todos los días, asirme a algo estable, intento desesperadamente volver a encontrar un presente, instalarlo, ampliarlo.
Hace ya bastante tiempo que he nacido. Hace, a la vez, mucho tiempo y muy poco tiempo. Todavía no he llegado a comprender lo que me ha pasado. Me queda muy poco tiempo para comprender lo que todavía no he comprendido y no pienso que pueda lograrlo. Tampoco he llegado a admitir la existencia y a admitirme a mí mismo...

21 abril 2007

COPLAS DE CARMEN ROMERO, Javier Egea

Díselo Carmen Romero,
dile que estamos aquí,
que él parece estar allí
y es aquí donde lo espero;
dile que ningún obrero
entiende que un presidente
mande guardias a su gente
en vez de mandar trabajo,
dile que va cuesta abajo
frente a la cuesta de Enero,
díselo, Carmen Romero.

Dile que están encendidos
los faros de un pueblo oscuro,
dile que mire al futuro,
no a los Estados Unidos;
dile que estamos perdidos
en medio del capital,
que una rosa sin rosal
naufraga en las oficinas,
dile que por las esquinas
anda el sueño prisionero,
díselo, Carmen Romero.

Díle tú, Primera Dama,
cuando hagas su equipaje,
que a veces también viaje
por los campos de Ketama
y dile, cuando la cama
anula la presidencia
y el amor dicta sentencia
contra todos los misiles,
que aún florecen a miles
banderas del sueño obrero,
díselo Carmen Romero.

18 abril 2007

TERRY PRATCHETT

La verdad es que hasta las colecciones grandes de libros normales distorsionan el espacio, como se puede comprobar fácilmente entrando en cualquier librería de viejo, de esas que parecen diseñadas por M. Escher en un día malo y tienen más escaleras que estanterías, con esas hileras de baldas que conducen a puertecitas diminutas, obviamente demasiado pequeñas para que pase un ser humano. Científicamente hablando, la ecuación es la siguiente: Conocimiento = poder = energía = materia = masa; una buena librería es, en realidad, un discreto agujero negro que sabe leer.
Las tres normas de los Bibliotecarios del Espaciotiempo son: 1) silencio; 2) devolver el libro en la fecha indicada; y 3) no interferir con la naturaleza de la causalidad.
Los libros distorsionan el espacio y el tiempo. Uno de los motivos de que los propietarios de esas tiendecitas de segunda mano que mencionamos antes parezcanun poco de otro mundo, es que muchos de ellos lo son:llegaron a éste tras perderse en sus librerías, en mundos donde lo más normal es llevar zapatillas de felpa y abrir la tienda sólo cuando te da la gana. Quien se aventuraen el Espacio-B, sabe que corre peligro.Pero los bibliotecarios más curtidos, una vez han demostrado ser dignos al llevar a cabo alguna valiente hazaña de bibliotecariedad, son aceptados en una orden secreta que les enseña las artes de la supervivencia más allá de las Estanterías Conocidas. El bibliotecario dominaba todas estas artes, pero lo que intentaba ahora no sólo haría que lo expulsaran de la Orden, sino, probablemente, también de la Vida.Todas las bibliotecas que existen están conectadas en el Espacio-B. Y el bibliotecario, guiándose por los signos tallados en los libros por exploradores del pasado, guiándose por el olfato, guiándose incluso por los susurros de sirena de la nostalgia, se dirigía a una muy concreta.
Por lo general, podía adelantarse a los acontecimientos sólo con vigilar a las inofensivas arañas que se arrastraban por el polvo. Cuando huían espantadas, era un buen momento para esconderse. En varias ocasiones tuvo que aplastarse contra los estantes como un diccionario gigantesco. Aguardaba con paciencia hasta que la manada de Criaturas pasaba de largo, devorando el contenido de libros selectos y dejando tras ellas montoncitos de delgados volúmenes de crítica literaria. Y había otras cosas, cosas que esquivaba a toda velocidad y trataba de no mirar…Por encima de todo, debía esquivar los tópicos.