Hay dias en los que este apartamento, apartamente, esta lugubre y no deja que ese rayo de sol que invade el alfeizar de la ventana pase a dominar el salon que no se ve, y que permanece al fondo de la estancia. Estoy decidiendo hacer seriamente obra, o mas drasticamente: derribar una pared y, con la desilusion de la pereza, ya puestos, derribar las cuatro.
Ya dije que principalmente la mudanza se hace en el cerebro. Tal vez. Sin embargo, quiza empiece por el silencio. Cada vez que abro la mesilla del alfabeto noto que debiera llevarlo mas a la lavanderia o tirarlo por viejo y usado.
Esto es un aviso para todo aquel que le gusta esta estancia. Tal vez la va a poder comprar, porque he puesto un cartelito en la ventana que dice: "Se vende". (Quiza esta casa, una mansion enciclopedica, se este quedando grande para un escritor de lineas tan medidas...)