23 enero 2007

UN DIA CUALQUIERA

El prospecto de Trankimazin estaba agobiado: el tipo que le describio en sus intrucciones de uso le confundio. Aquel dia la lampara de la mesita de noche se nego a encenderse porque pensaba en las estrellas. El globo terraqueo se habia enquistado sobre su eje y no habia forma de recorrer el mundo: la unica direccion era la de mi casa.
Un ejercicio de matematicas no queria resolverse sin antes visitar el campus de la universidad, el aire libre.
Las frases de los libros eran horizontales barrotes de una prision de maxima seguridad de intelecto.
Me senti como un astronauta: lejano, sin lengua.