Que mis letras no se acaben en el alfabeto, que sigan por el ciberespacio, gracias a la mantenencia moderna de este sitio, por la sabiduria del docto webmaster leo frank.
porque resulta imposible, para este que escribe, hacer de una tecla de ordenador algo magico en informatica o, quiza de este reducto, algo consecuente y diario. quiza porque la paciencia y el buen hacer se pulen la estetica de esta estancia.
hay que llamar a los amigos por su nombre y recordarlos, aunque sea un ejercicio de Manrique, una elegia triste y funebre, distancia miguelhernandiana o "llantesca" sanchez-mejias.
hay que nombrarlos porque ahi estan, porque ahi reside el poder del lenguaje, como un aparato de video moderno. como diria Proust: "una anecdota me llevo doce libros". eso es uno con los amigos: unas obras completas, muchos tomos...