la edad del mundo

Hay dias en los que un libro pesa mas que la edad del mundo, las neuronas se convierten en silabas histericas cuyos impulsos van mas alla de cualquier estupida pagina. Pero el ego se amotina en la estetica y se nos vuelve un dandy literario y pasa de contemplar un culo laureado a contemplar un verso higienico. El sexo aparece en la poesia y esta se pone calenturienta y anonima: las vergas y las putanas asoman lozanas andaluzas, el verano se pone bikini y bestseller, y en las piscinas se desnudan los libros y los pubis: el agua cubre la edad del mundo...

belleza

desocupado lector, esta pagina no entiende de fechas o gestos, aunque se pregunta, sin animo de ser escuchada o respondida: que haces que no estas contemplando la belleza, el ideal del cuerpo, cultivando las neuronas en lugar de admirar un magnifico pene o un culo digno del canon griego?
ahora te he visto lector, has movido la lengua, te la mordiste.

respuesta para un lector

Ser un lector fantastico o epico no significa que lea obras de ese tipo, solo significa que lee. En estos tiempos ercianos, videoliticos o dvdiluvianos cinefilos, las letras se van borrando como silabas en la boca, los ojos -igual que arqueologos sin experiencia- no reconocen los signos del alfabeto y el bolsillo, con el arma poderosa de cartera, solo sale en busca de las frases impresas cuando el amo mercado pone fecha de caducidad al producto. Ser lector hoy significa pasear por las grandes superficies comerciales, por el artificio de la Creacion Capitalista, lejos del templo tabernario de la literatura, de los libros que estan aun por hacer. Lector, tu querias una respuesta, sin ni siquiera tener una pregunta.
El libro esta caro, si, aunque mas caro esta leer.

EPIGRAMA EN HONOR DE HILARIO BARRERO

Uno puede ser libro o estante.

lectores o e-lectores

Un escritor puede vivir en su alfabeto sin necesidad de construirse una cuenta bancaria con los derechos de autor, que son unos derechos muy jodidos. Los derechos de autor tienen derecho a que su autor los reconozca, tienen derecho a permanecer callados, tiene derecho a ser de irquierdas o derechas, tienen derecho a la independencia de lengua, tienen derecho a ser e-lectores, tienen derecho a escoger lectores y a veces escritor...los mios no tienen esas regalias...

humo

Monterroso escribia aquello de que habia terminado una linea y corria el peligro de convertirse en todo un Balzac. Yo voy a terminar con una linea y voy a convertirme en el primer asesino en serie de palabras. No quiero torturar, no borrar un poquito con una goma de tinta, no arrugar con dobleces los angulos de las paginas, no sacarles la tinta o la sangre a base de estocadas o subrayados, meros navajazos traperos o trapenses. Yo necesito coger una "parabellum", buen bautismo etimologico, y agujerear el lomo, sobre el que pueda pasar una bocanada de humo intransigente e inutil. El credulo de Raul Perez Cobo piensa que el alfabeto sobrevivira a cualquier hombre, el asesino de letras Raul Perez Cobo ha encargado una fosa, a ser posible aseptica, en un cementerio letrado o iletrado, segun donde entierren a los demas escritores: eso si, en su ultima voluntad pide que jamas pongan a su alcance un libro, porque de el no va a quedar ni una sola linea, imaginense de los acentos...

solista

Cada dia me aburro mas de mi: no se donde inventarme, que pelicula filmar, que papel...He perdido todo nuevo rastro de mi imaginacion. Sigo redactando informes siquiatricos para una gran multinacional del cuerpo. Tras las silabas se esconde la mitad de mi vida: silabas frustradas, silabas de otras personas a mitad de camino de ser personas; los tarados, los tarados dicen que son enfermos, son los seres sociales del futuro, solistas de la orquesta socialgenetica -que suena y suda a democracia, como la castracion a los deficientes mentales o el gas de horno crematorio...el futuro es la decrepitud del cuerpo, la sustancia rara e invisible, inverosimil, que se nos va muriendo. "La nausea" somos nosotros mismos, sin mimo y sin mimos, no hay disimulo posible: "la baba", como decia el poeta, se nos cae...