Sí, escribo versos y la piedra no escribe versos.
Sí, hago ideas sobre el mundo y la planta no.
Pero es que las piedras no son poetas, son piedras;
y las plantas son sólo plantas, y no pensadores.
Tanto puedo decir que soy por esto superior a ellas
como que soy inferior.
Pero no digo eso: digo de una piedra: "es una piedra";
digo de la planta: "es una planta";
digo de mí: "soy yo".
Y no digo nada más. ¿Qué más hay que decir?