Amigos para siempre
Donde dije te presto mis juguetes
debe decir devuélveme mi bici.
Donde dije detesto al profe de Ética
debe decir no eres más que un soplón.
Donde dije flipo por Laura Hernández
debe decir que seáis muy felices.
Donde dije amigos para siempre
debe decir qué más quisieras tú.
(Multiplicate por cero, 1996)
Aparentemente, y era su papel principal, "Multiplicate por cero" -de titulo tan bartiano-, respondia al catalogo de libros recomendados para lo "infantil" (Gloria Fuertes mantuvo esta etiqueta para quienes no la leian en serio, quiza, sin ella proponerselo, para deshacerse de ese lector que ha renunciado a la sorpresa, a lo sorprendente).
Dar la voz a un infante y no parecerlo o viceversa y a ello sumarle que el final es poetico es un acierto que logra. Este poema, con la ironia aprendida del escritor maduro, se une a la voz del nene, al desasosiego de lo cotidiano que vive, y es una minima venganza contra todo el alrededor -porque el alrededor esta en lucha permanente contra el, contra nosotros-. Y esta union es tan natural, el escritor supo aclimatarse a su personaje recordando tal vez algun episodio en su infancia, "Y así es como canta el hombre por su niño antiguo...", Agustín García Calvo, que nadie tiene que preguntarse por "el escritor que escribe el poema", el profesional que firma este grafito, este minitestamento del tempus fugit y del que os den a todos.
Un epigrama soberbio. (Lejos de The Beatles y su all you need is love)
1 comentario:
El acabado exacto, en su ironía. Sí, y ahora le conozco...
Gracias.
Publicar un comentario