23 noviembre 2005
UN POEMA DE MARIA ELOY GARCIA
De tus fatuas liturgias de oenege
que solitario discurso te queda
hermosos tus taichis y que energicos
tus pensamientos de ultimo derecho
genuinamente humanos
y al fin tu ultima cena pandesoja
y mentapoleo que es tu sangre derramada
feliz tu evangelica despensa
y tu aseptica cocina
como un polvo democratico
arriba pues la ultima demagogia
el rojo profilactico de tus besos
arriba la aromaterapia y el quieromasaje
la diosa homeopatia
orgulloso el que al aroma de tus velas
y al sonido de tus mantras
no presienta la estudiada disidencia
de tu culo intacto.
( de Metafisica del trapo)
Baumgarten (1714-1762) incluia en el conocimiento sensitivo la impresion producida por la belleza. La estetica (aisthesis), esa sensacion, hace que, a veces, la gramatica quiera acostarse con la poesia y, a veces, resulte placentero. Entre lo hermoso de la lengua y el goce esta el poema de Maria Eloy-Garcia.
Este poema plantea la lucha entre la razon y la cama, entre la Belleza y la caricia, entre el cuerpo y el lenguaje: "arriba la aromaterapia y el quieromasaje".
No es otra cosa que el buen sonido, el buen ritmo, esa "aromaterapia", esa busqueda del cuerpo magnifico, simbiosis entre lo fisico y las letras del poema, lo que nos lleve al organo mas sexy para aquel que escribe, nos lleva al oido.
17 noviembre 2005
UN POEMA DE CISNEROS
Ellos son (por excelencia) treintones y con fe en el futuro.
Mucha fe.
Al menos se deduce por sus compras (a crédito y costosas).
Casaca de gamuza (natural), Mercedes deportivo color de oro.
Para colmo (de mis males) se les ha dado además por ser eternos.
Corren todas las mañanas (bajo los tilos) por la pista del parque y toman cosas sanas.
Es decir, legumbres crudas y sin sal, arroz con cascarilla, agua minerales.
Cuando han consumido todo el oxigeno del barrio (el suyo y el mío)
pasan por mi puerta (bellos y bronceados). Me miran (si me ven) como a un muerto
con el último cigarro entre los labios.
(De: Monólogo de la casta Susana y otros poemas, 1986)
La eternidad es comprensible en una frase, porque toda vanidad es efimera -salvo que quede grabada en piedra, recordemos a Hammurabi, o al Yul Brinner de Los diez mandamientos-.
Dice el propio poeta que la distancia es un elemento que convoca a la nostalgia y a la afirmación.
Y esta misma nos acerca al pasado, a lo mitico, a las tradiciones y las fuentes y al entorno.
Si leemos este poema de Antonio Cisneros, alguien no puede ver al Marcial de los epigramas?
Esas cronicas, que el de Tarragona hacia de su entorno, de su ciudad, "del momento", estan presentes en la materia de Cisneros. Cisneros es un poeta "mitico" -en el sentido de que se apropia de su misma naturaleza, la urbana por donde pisa, en donde vive-, para lo diario.
Ajeno al "campo renacentista", a las eglogas pastoriles, al "bucolismo" de los cantos de las reiteradas avecicas de los cantares -que no tienen sitio en la postmodernidad-, a este body building sanisimo y a la moda que construye toda sociedad avanzada en lo vegetariano, el poeta plantea ese "Tempus fugit" barroco en ese "ultimo humo".
Alguna vez dije algo así como "me cago en los pajaritos", y en general cuando hay gente de buena voluntad que me quiere tentar con viajes a las montañas o a descubrir los paisajes insondables, rechazo la invitación y me carcajeo. Soy eminentemente urbano.
"Live longer and better".
10 noviembre 2005
UN POEMA DE ERNESTO CARDENAL
Al perderte yo a ti tu y yo hemos perdido:
yo porque tu eras lo que yo mas amaba
y tu porque yo era el que te amaba mas.
Pero de nosotros dos tu pierdes mas que yo:
porque yo podre amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amaran como te amaba yo.
(De Epigramas)
Desde Garcilaso no leia algo mas enconado y sutil, mas amorosamente en veneno...La tradicion, que nos lleva al "Cancionero" de Petrarca o al Capitan Aldana, con sus "medidas pasiones", con ese "azucar light" con el que adornaban su postre idiomatico para no ser indigestos, contiene en este epigrama toda la bilis necesaria para ser y doler. A veces, solo a veces, las criaturas de nuestros escritores renacentistas no van mas alla del "atrezzo" de las ovejas de los pastorcicos de Garcilaso, del "cesped artificial" que son los prados donde "pastan amor".
Hay un "dolor correcto", una desesperacion "endecasilaba", en la que algunos diran que esta puesto todo un mundo, tan "cuidada", tan aseptica, tan "inhumana", que no es suficiente, que no es para lo cotidiano, para "la mala leche".
El gran Ausias March, aun con este inicial lenguaje, un lenguaje anterior a De la Vega, duele como el ciclope de Homero cuando es cegado: un dolor que retoma Cardenal, y es que Cardenal es un poeta fisico, en esta ocasion -ya habra tiempo para "Canto Cosmico"-.
Amen de un realismo sucio pobre y canibal con el lenguaje, la falta de carne de algunos poetas, amparados en una facilidad de lenguaje "facial", en lo "moderno", lo "postmoderno" y lo "post-posmoderno", tampoco hallo en el cuerpo ni una aproximacion a la idiomatica de aquellos "espirituales renacentistas", ni la Belleza.
Cardenal es una transicion, una fusion, un principio de certidumbre: casi escribimos igual y no somos diferentes, solo que ahora, como dijo un Nobel, "no es lo mismo estar jodiendo que estar jodido". Lo sabe Cardenal, lo sabemos todos: la diferencia es que algunos lo convierten en lenguaje, en poesia.
06 noviembre 2005
UN POEMA DE JUARROZ
y se puede sin embargo volver,
ya nunca más se pisará como antes
y poco a poco se irá pisando de este lado el otro lado.
Es el aprendizaje
que se convierte en lo aprendido,
el pleno aprendizaje
que después no se resigna
a que todo lo demás,
sobre todo el amor,
no haga lo mismo.
El otro lado es el mayor contagio.
Hasta los mismos ojos cambian de color
y adquieren el tono transparente de las fábulas
(de Septima Poesia Vertical)
La ubicacion poetico-metafisica de Juarroz recuerda a veces la desesperada geografia del cuerpo de San Juan de la Cruz, ese ansia "por el otro". Dos poetas aparentemente "frios", amparados en el mapa de la conciencia, de la excusa de lo inasible -para irse hacia los planos corporeos, hacia los corporales-. Las poeticas de ambos son como esas instrucciones que aparecen en los botes de champu, a primera vista inservibles -porque de lo que se trata es de sentir el liquido purificador que nos limpia-, puesto que sin darnos cuenta ya estamos derramando sobre nosotros, sin necesidad de profundizar en esa lectura, el gel requerido. Que hay desde la mente de Juarroz hasta el cuerpo, que hay desde la mente de San Juan hasta el cuerpo. Esos paisaje sanjuanistas, esas noches, escritas para las poluciones nocturnas, meras revistas eroticas en su tiempo, saben que mas alla de Dios solo esta el hombre, el hombre siempre cuidado en su mitad, amparado por ese sentimiento de plenitud que es la mujer. Mientras que San Juan es la busqueda constante, Juarroz es "ya estuvimos aqui, solo quedan preguntas"...no fue la plenitud para el poeta argentino, no fue la justificacion a una busqueda que para el castellano es el mismo principio y fin, sin cuestionamiento, porque a Dios, a esa potencia, estan en metafora unitiva los cuerpos. Es el fin para el abulense el haber llegado, el llegar, para Juarroz solo es el principio de miles de posibilidades y el continuo futuro del pasado. Infinitas preguntas para las que el lenguaje necesita un cuerpo -mas alla de toda pagina-. Y a pesar de la diferencia cronologica, podemos observar como determinadas personas se han preocupado en su epoca en que estos idiomas no se perdiesen, atentos a las posibilidades de ser importantes: porque en las palabras a veces estan los cuerpos, el saber y el dominio en la experiencia. Experiencia es lo que propugna Juarroz: ..."de este lado el otro lado": "Inteligencia, dame el nombre exacto de la rosa".
Hace siglos esto era el lenguaje.